El whiskey

Author: Luis Ortiz /


Ahí se encuentra el, como todas las mañanas, arrojando trozos muy pequeños de carne, casi pedacitos, a las aves. Es tan solo un anciano, sentado de forma cansada en el parque, con movimientos lentos y pausados, alimentando con sus restos de comida a los pobres pajáros que se acercan, volando, planeando débilmente con sus alas, gastadas por un ambiente dañado por la existencia humana. Así esta el anciano, dañado, de formas que solo puede expresar con su rostro agrietado por los años, que se sigue agrientando ahora por los viejos desamores que le invanden el alma, que lo atormentan como pesadillas y alucinaciones, de las que no puede escapar y, solo las aves y su compañía le hacen calmar las turbias olas que existen dentro de corazón. Algunas veces no esta tan cansado como parece, en ocasiones esta en casa distribuyendo obras de arte que se dedico a acumular durante su vida, para poder mantenerse de viejo, así lo planeo y así es. Con una botella de whiskey, un vaso con hielos se mantiene durante algunas noches despierto, desvelandosé, pensando en el pasado lejano, muy lejano, del cual no recuerda del todo, donde alguna vez conoció su primer amor, el más odiado. Eran las nueve de la mañana de un día caluroso de fin de semana, el se encontraba perdído en un parque gigantesco, o al menos para el así era en ese entonces, no encontraba a su familia, pensó que tal vez había sido enterrada viva por gusanos, que retorcían sus cuerpos en la tierra ,tanto, que la dejaban suelta y, estando la tierra suelta, eran tragados por la naturaleza, por la tierra, como si fueran arenas movedizas, donde tendrían poco oxígeno y se ahogarían lentamente, arañando sus cuerpos y haciendo jirones la piel, todo esto porque estarían intentando uno aplastar al otro, tratar de salir a la superficie, luchando por sobrevivir, que estarían pidiendo ayuda desesperadamente y gritando su nombre; Agustín. El como buen hijo, estaba desesperado, o al menos así recordaba sentirse, porque corría de un lado a otro, buscando tierra suelta, o decolorada diferente del resto, pegando su oído al piso, tratando de poner sus manos en forma de cono en una parte lateral de su cabeza, intentando hacer un cuerno para poder escuchar los gritos que el pensaría podría escuchar de esa manera, que el salvaría a su familia. En el piso, así lo encontró Rosa, tirado en el piso con los ojos inundados de lagrímas y con una sonrisa de oreja a oreja, no lo entendía pero aún a pesar de sus gestos, y de lo tenso, horrible y grotesco de la imagen intento hablar con el, imagen que solo ella percibía, cuando intento intercambiar palabras el se alejaba y seguía buscando a su familia. Rosa tal vez pensó dos veces en dar noticia a sus padres, pero no lo hizo, o eso penso Agustín porque la notaba nerviosa, la notaba ansiosa y con ganas de esfumarse en el aire, pero no lo hizo, realmente se quedo ahí. Anduvieron por aquí y por allá buscando a los padres de Agustín, pero no los encontraron por ninguna parte, Rosa le pidio acompañarla mejor con sus padres, él acepto, al llegar al campamento de la familia de Rosa los padres de ella gritaron y la tomaron en sus brazos, al niño lo examinaron compulsivamente, de forma intensiva, si tenía algún daño, si tenía algnua herida, los cargaron a ambos en brazos y siguieron el rastro que Agustín dejaba tras de sí, despues de avanzar cinco kilómetros, encontraron lo que temían, los restos de los padres de Agustín, siendo devorados por animales carroñeros, y un oso muerto, por ahogarse con el craneo de la madre de Agustín, así, los padres de Rosa adoptaron como tutores a Agustín, y durante toda su infancia creció junto a ella, así se enamoró ella de él y viceversa, ese su primer amor, el más odiado.

La dulzura.

Author: Luis Ortiz /


Mi médico de cabecera es un amor, me encanta tenerlo cerca, me hace palpitar toda, me hace sentir viva, me libera de este dolor tan real y tan efímero, es un dolor que va y viene, que me arranca los órganos. Por eso amo a mi médico, siempre encuentra la forma de llegar a tiempo, de forzar la puerta y entrar a la habitación, de ver mi cuerpo abierto, sin poder realizar movimiento alguno yo solo permanezco, que sus delicadas y masculinas manos toquen mis órganos que están en el piso, en la cama, en todos lados, clavados en la pared, escondidos en el closet, viendo la televisión, el los atrapa, los recoge todos y, los acomoda de forma cálida dentro de mí, como debe de ser. Si para mí fuera todo tan fácil, podría evitar que mí cuerpo se retuerza mientras duermo, que se abran las cicatrices, que se abra mí cuerpo y huyan durante el sueño todos mis órganos, si para mí fuera todo tan fácil, podría encontrar la manera de salir de esta habitación, de escapar y correr sin detenerme hasta llegar a la orilla del mar, podría encontrar la forma de evitar sentir un frío abismal, que se posesiona de mi espalda, que hace mi alma se altere hasta su raíz. Por eso amo a mi médico, porque él siempre logra hacer todo eso que yo no puedo lograr, pero al mismo tiempo lo extraño, porque desearía que encontrará l la forma de cerrar totalmente mi cuerpo, que mis órganos no huyan de mí, que encuentren en mí el amor que necesitan, y no ánden como locos comportándose como sí fueran humanos. Me provoca un asco intenso, ver que se ponen ropa de bebé, que intentan fingir, mientras yo no puedo moverme, que permanezco como ancla pesada en la cama por mi cuerpo, ser humanos, ser una familia felíz, cosa que no son.

Uh, vayavaya... Mirate, rutinario-antirutinario.

Author: Luis Ortiz /


Es un movimiento clásico. Dos hombres sentados en la banca de un parque conversan alegremente, juegan ajedrez, platican su vida rutinaria, con sus rutinas jugadas, cada rutinario movimiento que hacen es una invitación a hablar de ciertos temas, temas que son rutinarios, en un orden sucesivo es hablar de sus respectivas y rutinarias vidas con sus rutinarias esposas, sus respectivas y rutinarias disfunciones erectiles al intentar tener relaciones con sus rutinarias esposas, lo rutinario que es abusar psicológicamente de sus secretarias en sus rutinarios empleos mediocres, donde un asalariado y rutinario jefe les imposibilita el trabajo, abusando sexualmente de forma rutinaria en las oficinas de todos sus empleados varones, incluso la forma de abusar de sus empleados es rutinaria. Su rutina es, entrar en sus oficinas, y decirles de forma rutinaria que tal va la empresa y, que necesita la empresa rutinariamente para mejorar, amenazar a sus empleados con todos los secretos rutinarios que el conoce de sus rutinarias vidas privadas de hacerlos públicos, los cuales, son muchos. Decirles que los quiere rutinariamente como perras en celo, que esten con sus cuatro extremidades al piso y, con el culo rutinariamente al cielo, les muerde las nalgas de forma rutinaria, les patea rutinariamente el abdomen, les escupe en el rostro, se pone su famoso lubricante y, les penetra de forma rutinariamente ruda y salvajemente para terminar eyaculando en sus entrañas, y orinarles las piernas, despues contar algunos chistes rutinarios en presencia del empleado abusado, mientras este se asea, se limpia las lagrimas y se viste, para proceder a trabajar de forma rutinariamente sometida. Esa es la rutina de abuso. Los señores asi, de una forma sencilla y rutinaria juegan su ajedrez, haciendo movimientos rutinarios, platicando de sus rutinarias vidas, donde todos sus hijos se conocen, cometiendo robos masivos a supermercados, donde ninguna autoridad puede detenerlos, porque su forma de robar en esos lugares, es una forma muy bien planeada, sistemática, pero sobretodo rutinaria. Que los señores siempre lleguen a sus casas, se hablen telefónicamente cuando han llegado para notificar que han vuelto con vida, eso también es rutinario, porque en la ciudad estan sueltas miles de mujeres, escondidas entre los callejones cercanas a las empresas, dispuestas a satisfacer su necesidad de tener sexo en formas muy grotescas, muy grotescas y rutinarias. Que ellos lleguen a estar rutinariamente media hora dentro del baño curandose su ano, que sangra un poco por la rutinaria caminata que hacen ellos desde el trabajo a casa y el dolor que les causa esa herida junto a el peso de la humillación de salir caminando con las piernas abiertas todos juntos, es rutinario. Con sus rutinarias esposas, que lo unico que hacen es atender todas las necesidades comunes, es decir los quehaceres del hogar, se sienten agusto estos hijos rutinarios, aburridos de sus rutinarias vidas que intentan no ser rutinarias, los esposos se sienten seguros con estas mujeres rutinarias que conocen su rutinaria y humillante vida, y aún asi los aceptan y los aman. Los momentos cuando ellos juegan ajedrez, estas rutinarias esposas, hablan todas por telefono, cuando sus esposos no es se encuentran, solo para asegurarse que la rutina que han planeado de forma nacional para someter la vida de sus hombres siga intacta, que día a día, esta rutina siga ejerciendosé, y ellas sigan siendo el centro de atención de estos hombres que se han vuelto rutinarios, estas esposas son felices con sus rutinas, sus rutinarios esposos, sus rutinarios hijos e hijas, sus rutinarias formas de vivir que han durado décadas. Un rutinario día, una mujer, de esas que cazan hombres rutinarios para integrarse a la forma de rutina del resto de las mujeres, porque la rutina es así allí, las mujeres rutinarias hambrientas cazan a los hombres rutinarios para pertenecer a la rutinaria sociedad, una de ellas en vez de querer satisfacer sus necesidades con uno de ellos, se enamoró a primera vista, lo tomo a golpes de entre otras mujeres, porque cuando una mujer hambrienta y rutinaria quiere a un hombre rutinario, las otras también, y lo peleó, lo ganó limpiamente, lo llevo a su guarida, le limpio su cuerpo, le escucho sus dolores, le empezo a querer, y se comporto más allá de algo rutinario. El estaba frente a ella, ya no más se dijo, y dejo de ser hombre, paso a ser considerado un ser humano, al menos entre ellos dos, aún viven por ahí escondidos en no se que lugar, perdidos entre un rutinario mundo, donde hay otras parejas como ellos, escondidos, incrementando su número, planeando un golpe de estado entre hombres y mujeres libres contra la rutina, lo hicieron. Y ahí terminó su rutina.

gshh... antigloria.

Author: Luis Ortiz /


Me dejaste comiendo mierda, me dejaste inhabitado. Dos almas viviendo dentro de un mismo cuerpo, no es suficiente espacio para ambos, sin embargo ahí estan, algo apretadas, arrejuntadas, y puestas una sobre otra. El alma primordial dicta todo, aún. Es quien es dueño del cuerpo, de la carne y, le da placer moverla a su antojo, el alma de reciclaje, que busca expiarse en la reencarnación, muy malograda por cierto, no hace más que seguir en un determinado viaje, del que no existe un retorno. Se destina a vagar de rebote en un cuerpo efímero y podrido. Ocasionalmente se dan a la tarea de permitirse dialogar en un espacio muy curioso, llamado "La jodida taza", es un bar muy borroso, si uno lo mira directamente, pareciera que es necesario utilizar lentes, pero no, no es necesario. Ahí, aún dentro el cuerpo yace comiendo mierda, mientras las almas dialogan el uso correcto del cuerpo, ya afuera, en la sociedad, en el mundo moderno, posmoderno o posloque-sea. Al salir del bar, al cuerpo le alcanza una bala, el alma primordial es llamada a reencarnar en un cuerpo cercano en la fecha del fallecimiento del alma reciclada. Al integrarse al nuevo ser, solo un frío se siente en ese instante en todo el mundo, un segundo de frío, el mensaje que se dice en ese frío momento es de la primordial a la reciclada. "Algún día me encontraré descalzo ante tí hombre y, alcanzaré sin proponermelo, lo que tu no alcanzaste, lo sé porque estarás ahí para recordarmelo, algún dia nos volveremos a encontrar..."

Son breves.

Author: Luis Ortiz /


Los breves momentos reflexivos son en verdad muy cortos, tan cortos que la inspiración se pierde con la exhalación, las ideas se pierden con un párpadeo y, las esperanzas se mueven con la comida a través del sistema digestivo, los sueños se incorporan al cuerpo como si fuera oxígeno fluyendo en la sangre. Así de breve es también el amor, el resto es un ideal con fundamentos bioquímicos.
Pero el alma guarda todo, como un buen diario, alimentando el corazón.

Por eso a pesar de todo, a pesar de ser tan breves todo se mueve despacio o al menos eso se intenta, porque hasta en el menor tiempo, en unos instantes el universo se percibe, algo incluso tan insignificante a veces hace la diferencia, aunque sea tan solo un aguacatito.