¡Ay! Mi delirio.

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Para Agustina, Aguilar no existe; sumida en otro mundo desvelada y enjaulada vive. Para Agustina el esta en otro mundo, en otro cuerpo y en otra persona, pero para variar son el mismo, no hay cuerpo distinto o doble personalidad. Existen al unísono. Ella se hace llamar Lucía, y a el le llama Oliveira, solo cuando se le escapa lo Agustina, le hace nombrar Horacio.

Horacío Oliveira Aguilar sería, lo más necesario para controlar la locura intedimensional que invade a Agustina. Lucía Agustina se envuelve en llamas, en una tela roja que le produce ataques de pasión, que salta entre mundos, a través de los sueños y las canciones. Salta envuelta en la locura, en ocasiones se hace llamar La Maga.
Pero suele decirse que el amor no es una novela. Y sabemos que Renzo Klotz ha muerto, solo persiste en la memoria de la locura, en un arranque de salvajismo y pasión. Pintado en una cruz, sangrante. Al lado de una llameante mujer, que tortura felizmente sus heridas, perdido en el tiempo se encuentra.

Se hace llamar Somarviel. Pero en el mundo solo se escuchan sus sonidos. Sus palabras...

drr... drrrr. drrrrrd drdrdrrrrrrr...






+dosgirosuncorte.





---Interludio-.

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Shampagne el 27/09/2010
YO? YO? prescindir de ti?, osea neverandever jajajajaaja 

Shampagne el 30/06/2010
Tequiero... ,aunqe me hagas de agua jajajajaja terca, ...y mucho.

Shampagne el 30/06/2010
en unas horas seras aun más viejito, pero tambien aun mas nice ;)

Shampagne el 30/06/2010
jajajajaj ADORABLE!.

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A respuesta de;
Te extraño siempre. -Agustina.







Aquí estoy, cómo siempre y tal cual lo recuerdas. Esta es cómo lo recuerdas, tal vez mejor. Yo aguardo a tu contacto, pacientemente...

Agustina <.2

Roussillon (Breve).

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Mi mirada es breve e inconstante, en esta habitación no es posible fijar mi atención de forma alguna, los objetos dentro de este cuarto me transportan y devuelven en un vaivén de sensaciones constantes, por ello no todo mi cuerpo se coordina, al contrario actúa cada parte del mismo con libre albedrio casi afirmando que contienen pensamiento y voluntad propia. Este estilo ocre me sienta bien, lo ha puesto mi esposa eligiéndolo por el recuerdo de nuestro primer viaje en matrimonio. Ella yace ahí apiñonada entre cobertores por un frio cruel que ha envuelto la zona, y nos ha tomado por sorpresa dejando huellas notorias en nuestro hogar así como en los víveres. No todo es comestible, porque el frio ha hecho estragos en la despensa, también ha tomado con fuerza la forma de preparar lo restante lo cual dificulta por mucho la forma en que vivimos, ha tomado nuestra comodidad así como nuestra calefacción pero la perdida que nos incomoda es la de algunos aparatos electrodomésticos, andamos con la frente en el cielo porque el presupuesto nos permite encender a ratos o en ocasiones la chimenea para calmar el dolor de los huesos, y en la misma preparar los alimentos. Esta chimenea fue parte de nuestro proyecto de pareja después del primer viaje que realizamos juntos, la construimos con nuestro mayor esfuerzo emulando la que se encontraba en el hogar que amablemente una pareja de ancianos nos compartía por una módica contribución. Cada vez que nos encontramos frente al fuego lo recordamos, tenemos charlas que duran horas o en ocasiones días completos. Imaginamos que estamos de vuelta ahí, caminando en las calles sin problema alguno, ella puede andar tranquilamente en sus dos piernas con ese vestido celeste que tanto le encanta. Mostrando algo mas que piel, una dulce sonrisa en ese rostro iluminado por el sol, señor del fuego. Recorremos las calles con los pies descalzos, rumbo a la iglesia de San Miguel, pensando que cada una de nuestras exhalaciones son intentos del alma por hablar con el cristo en la cruz. Justo ahí fue nuestra unión ante Dios, pocos meses habían pasado desde nuestra unión en su forma civil pero ahí en la lengua de lo bello el ser estaba expuesto, la carne contaba con la disposición de la voluntad y la alegría. Contuvimos brevemente nuestro entusiasmo porque no fue un arranque de emociones o acciones impensadas, fue la colocación adecuada de piezas en el laberinto de la existencia eterna del señor, fue la unión el eco del cantar de nuestras almas dentro de la otra. La ilusión llego a su fin con la realidad, frente a frente cada uno con su copa el sacerdote sumerge un par de hostias, y nuestros brazos entrelazados damos de beber y comer el uno al otro. El vacío en nuestro pecho se completa, perdimos la sensación de soledad y juramos lealtad infinita a la eternidad. Mi alma ríe, me siento feliz en el momento, el matrimonio esta completo tal y como lo soñé en mi infancia, tal y como lo visualice en mi vida previa. El sacerdote nos contaba breve su historia de niño, como un oso estuvo a punto de comerlo comenzando por el piecito, cicatrices grandes le quedaron pero poco dolor al orgullo queda, nos dice cuanto le pidió a Dios ser salvado, cuanto le imploro por que el oso se detuviera, pero entre pataleos, lloriqueos y deseos de salvación que sin querer con su bolsa en mano daño sus ojos. Ciego de dolor, sangrando la bestia corría detrás, sus piecito crujía y sus gritos guiaban al animal, tropezó un par de metros mas delante, le pidió a Dios que el oso ya no estuviera, este por la ceguera corrió a un barranco y sin freno alguno cayo al vacío. Yo el pequeño Mel, me di cuenta tarde de mi error, los animales viven por la razón de Dios, sin embargo al pedirle que detuviera al oso, no le pedí que terminara con su vida rápidamente, y casi por mandato divino me acerque al barranco, a observar, como su vida se detenía lentamente. El oso cayo, su cadera se había quebrado, las patas traseras no le respondían, y sus gruñidos de dolor resonaban por todas partes. Nos parecía terrorífico, el sacerdote Melquiades contando ese evento trágico el día de nuestra boda, no me afectaba en lo mas mínimo pero a ella, la había puesto de nervios. Temblaba cada uno de sus huesos, resonaban los accesorios, y se escuchaban sus cadenas, gotas de sudor corrían en su rostro, frías al parecer como si su corazón viajara al pasado uniéndose en un eco con el del oso, como si el miedo a la muerte le fuera conferido a ella. Poco disfrutamos del entorno, nos abocamos a sentir la muerte en sus distintas formas, sin alcanzarla, era un goce tremendo un deleite que la intimidad física se quedaba corta. A razón de la historia del sacerdote, decidimos llamar a nuestro primer varón Melquisadec, un señor de justicia y paz. Es lo que nos ha brindado su bendición.

Si fueras humano.

Author: Luis Ortiz /


No tengo otra forma de demostrarlo, y no me quedo más remedio por lo que hice, que tuve que escribirlo, si alguna vez alguien llega a leer esto, quiero decir que tengo razón y no estoy loca, mi hijo controla las hormigas e hice bien en quitarle la vida. Creo que me preguntaría, ¿porque tuve un hijo así? ¿o la razón de porque Dios me maldeciría/bendeciría con ese infante?, pero no lo pregunto a nadie ni a mi misma por una causa muy justa. La culpa la tiene realmente ese maldito demonio que tuve por novio y me abandono, por eso pido que no me culpen si debía quitarle la vida, lo merecía, yo estaba destinada a hacerlo, aparte que le hice un bien a la humanidad. El maldito manipulaba a las jodidas hormigas porque quería y necesitaba matarme, lo intento hacer cuando yo creía que dormíamos, pero nada mas yo dormía, al acostarnos abrazados para dormir, cuando caía en un sueño profundo con el cerca de mi, el muy cabrón las dirigía a mi boca, a mi nariz, el muy perro quería matarme, fingiendo ser un niño muy frágil y desprotegido. Me merezco toda la tortura que pase a su lado, así como todos los infortunios que sufrí por su culpa ante los demás, y aunque tarde años en descubrirlo hasta el día del gran alivio, donde el cese de su aliento me produjo tranquilidad. Esas hormigas estaban en todos lados, con un hedor particular era muy fácil imaginar donde se encontraban, tenían ese olor a azufre que impregnaba todos los lugares donde estuvieran, con eso podía rastrearlas y eliminarlas, podían pasar algunas horas, a veces incluso algunos días  pero las muy rastreras jamás dejaban de aparecerse en casa. Una ocasión pensé que literalmente me había vuelto loca, yo divisaba una línea desde la cabecera de mi cama, una línea de soldados hormigas que pasaban por el dormitorio, haciendo espirales y figuras seductoras en las paredes, piso y techo, atravesando las paredes por pequeños huecos, siguiéndolas hacía otro cuarto de mi hogar continuaban haciendo esas peculiares figuras, que me embelesaban y me dejaban sintiéndome borracha. Por todos los cuartos del lugar se movían, se seguían, y yo continuamente las admiraba, y el final de su trayecto yacía en la sala, donde se acumulaban haciendo espirales, nudos, y otras diversas formas muy extrañas, hacían rostros, paisajes a una velocidad impresionante, para cuando me di cuenta todas me rodeaban a mi. Intente escapar por las ventanas y puertas pero estaban todas atascadas, había hormigas de fuego incluso en el cuarto de baño, no podía escapar, mi única esperanza era dormir y despertar de esa pesadilla. Cuando desperté no lo podía creer, las hormigas aún seguían ahí, y yo permanecía acostada en posición fetal en el centro de la sala y así preferí mantenerme horas y horas. Pasado algún tiempo de despertar y dormir, ellas ya no estaban, pero sonaba una tonada muy bonita, muy bella, era mi hermano que le gustaba tocar el piano, en ocasiones el cantaba y me hacía sentir una tranquilidad muy grande, el tenía llave de la casa, una sola llave divide el dentro del afuera aquí en mi casa. Aquí lloro en silencio, recordando cosas muy viejas, donde alguna vez tuve un novio hermoso y atento, el tenía quince años y yo dieciséis, me lamento, me lamento en su ausencia, y el dolor que eso me provoca, un dolor que me entristece el alma, y me hace ver en perspectiva esto que me mata por dentro, haberlo perdido a el, haberlo perdido todo, y ahora por haber desperdiciado, por no haber apreciado aquello tan bello, sucedió tener un novio tan mierda como este, padre del engendro que tengo por hijo. ¡Maldito seas Eugenio! ¡maldito el día que te conocí!. Pero no me puedo enfurecer, no con algo así, no con ese arrullo que me lleva a un parque viejo, acabado por el tiempo donde apenas algunos arboles con hojas secas nos protegen de la oscuridad, y una lámpara a media luz nos alivia las ansiedades, bajo una luna que nos baña la piel para curarnos del terror de estar vivos junto a lo cruel del mundo. Pero no, no debo arrepentirme ni buscar la salvación, si he de arder en el infierno, si he de sufrir las más viles torturas del más terrible demonio que así sea, no voy a detenerme, buscaré al resto de la camada, porque esos niños los parimos nosotros, las pirujas que gozamos y nos aprovechamos de la vida y de lo que nos dio, solo para desperdiciarlo, pero no me redimiré, ni obtendré el perdón, pero esos malditos infantes no tomarán una vida más.
Van dos semanas, y ya han caído dos infantes más, lo que inicio como una justificación me ha abierto los ojos, una epifanía me devoró el alma terrenal, me introdujo en una sensación de infinito dolor, que me mueve a evitar la prolongación de estos, porque su existencia, su aliento, sus respiraciones invaden el aire, lo contaminan y yo debo evitar esto, no existe el no sufrimiento, me di cuenta demasiado tarde y ahora debo, me debo un respiro. Pero no abandonaré esta persecución, no cuando estoy tan cerca de deshacerme de todos ellos. Ahora solo debo permanecer algunos días o semanas en este pueblo, oculto en los valles, pasar desapercibida y pensar, pensar mucho, buscar el origen de los niños malditos, porque no se encuentra en mi pobre vagina, ni en la de las otras mujeres, en nada tenemos la culpa de que vengan defectuosos de fabrica. Un lugar tranquilo me parece, donde los rostros brillan al atardecer con color rojizo, donde las sonrisas no se esconden y al contrario se aparecen en canciones, murmullos, en ritmos suaves de caderas en las calles, con jovencitas, mujeres, y alguno otro hombre que se permite divertirse durante el crepúsculo. Aquí los pequeños adoran y aman a sus madres, las colman de besos, abrazos, les brindan la calidez que ellas requieren, por haberla perdido en el parto de tan lindos ángeles como les habrá sucedido en ocasiones, durante las lagrimas eternas llenas de sufrimiento en sus enfermedades, en los desvelos ahuyentando los males que invaden los lugares alejados de la humanidad, de la conglomeración, del vicio, que buscan esparcirse. Yo sería una madre como esas, soy una madre como esas, y fui atrapada en un lugar terrible, espantoso donde mi mente sufría mil transformaciones, hasta el rescate de mi fiel carne, del llamado de la consanguinidad. Ahora, entre suspiros me viene y me va, los recuerdos del pequeño, cubierto en hormigas moviendo su diminuto cuerpo, empujando con toda su fuerza en sus piernas la porcelana, tratando de salir del retrete. Las hormigas, haciendo figuras en la pared coincidían con los esfuerzos sobrenaturales de sus pequeños pulmones, de su rápido parpadeo y la forma tan elocuente en que sus ojos se volteaban por la falta de oxígeno, mis puños pequeños débiles, golpe tras golpe azotando hasta perder mis fuerzas, mis lagrimas y escuchar el crujir de sus tiernos huesos. Oír el entrar de mi hermano a la casa, y como las hormigas en un cambio de estrofa se apoderaban de sus extremidades, los floreros y las tonadas de dolor en sus alaridos cambiaban mi estado de ánimo, lo erótico de la muerte retozaba en sus inhalaciones y la vida le llegaba breve al soltar el aire. Con un cuerpo casi al punto del alma en el infierno, toma asiento y gentilmente toca el piano. Entre desmayarme, despertar y sonreír, su música las detuvo. La colonia pereció junto a mi pequeño, y yo aquí, esperando reunir más fuerzas en búsqueda de otros infantes. Uno de ellos, controlaba la suavidad del aire o la dureza del mismo, hizo jirones los tejidos de mi piel, y mis bellas piernas dejaron de serlo, deshacerse del mismo fue fácil. Solo tuve que permitirle sentir el dolor más bello, perder una extremidad sin hacer algo al respecto, el sufrimiento y la desesperación descontrolaron su arte oscura de dominar el aire, termino quitándose la vida  sin saberlo. Del otro pequeño ni hablar, el peor de los tres y de los futuros por venir, mejor a descansar y esperar reunir fuerzas, porque el mundo no necesita más infantes inhumanos como estos. Solo espero llegue el día de mi juicio, y mi alma pueda sanar o sufrir por la eternidad.

Canario

Author: Luis Ortiz /



No, no puedo decir el secreto de como lo encontré, pero es que fue todo un proceso tan complicado. Podría intentar hacer una especie de relato acerca de ello, pero no lograrían comprender esa sensación de encuentro. Todo inicio esa ocasión en que perdí mi sonrisa, tuve un músculo que la provocaba pero ese músculo se enfrió, se endureció y no tenía la fuerza para moverse. Busque y busque, en aparadores de tiendas departamentales, pero todos tenían sonrisas propias o compartidas, unas personas parecían tenerlas practicadas pero no proporcionaban esa sensación de naturalidad. Algunas eran carcajadas y, otras respuestas muy básicas de comportamiento, pero ninguna podría proporcionarme esa sensación. Tuve ese terror desde siempre, considerar que sonreí a causa de una persona que me proporcionara la compañía para sonreír, me di cuenta algo tarde. Asistí a cafeterías, a donde los filmes, y en ocasiones donde las damas de compañía. Lugares usuales para una juventud, pero no encontré que me hiciera sonreír y ellos, mis amigos estaban todos bajo tierra. Fui entonces donde los viejos, a bailar alguna pieza en un lugar nocturno, de natación y embriagantes en las lejanías e incluso un falso matrimonio con la vecina pero sucedió igual. Entonces me dedique a la música, a bailar desde las sombras y a dar todo lo que no necesitaba, todo todo todo lo que no necesitaba. El rostro de miles de satisfacciones, sonrisas y envidias me volví pero los rastros no se iban, y la sonrisa no volvía, pero el resto de las cosas y personas parecían reemplazables. Di la razón a un viejo de la calle, que el mundo no valía nada y la magia blanca nunca había hecho nada bueno de mi, era un esclavo de mi propia búsqueda. Los grilletes salían directo de mis tobillos, algunos cables de mis piernas, acero inoxidable y trenzado recorrían sin darme cuenta algunos cientos o miles de kilómetros. Las tonalidades de mi piel contrastaban de forma drástica, los alrededores de mi ojo parecían tener un brillo algo similar al dorado pero conforme se expandía envolviendo mi cuerpo se oscurecía a un tono grisáceo. No tuve valor para continuar de esa forma, y observar a los demás a mi alrededor con cadenas y similares en su cuerpo, procedí a arrojarme desde el piso más alto, si había cable suficiente tal vez podría estrellar mi cuerpo al piso y terminar con esta joda, de lo contrario el cable detendría mi caída causando que mi cuello se quiebre de alguna forma u otra la joda termina.
La vida que tuve, fue todo un acto religioso de pérdidas y sacrificios, de efímeras ganancias y tristezas, de agonías y amarres. Y yo aquí en caída libre que parece interminable doy cuenta de mis errores, el último sacramento acordé a cierta religión. La absolución. La presión incrementa, el dolor de venas reventando por la velocidad se esparce, el mareo se hace más intenso, la vista se nubla y los huesos crujen, escucho las voces de las personas en la calle, gritos de mujeres, veo mi sombra en la banqueta, cierro mis ojos, adiós.
Los vidrios en dos calles alrededor se han quebrado, alrededor de veinte personas yacen en el piso muertas, y algunos autos aplastados por bolas de acero enormes. Cables que parecen colgar desde lo alto del rascacielos de la calle 5 han aplastado a algunas personas, y otras cuantas más se encuentran con heridas muy graves y algunos huesos rotos, un cable por la velocidad ha cortado en diagonal y por la mitad a una señora de avanzada edad, sin embargo no se encuentran restos adicionales más allá de cables y esferas de acero que hayan sido arrojados. Algunos testigos afirman un hombre muy extraño caía desde lo alto, luego vieron una luz cegadora y el cuerpo había desaparecido.

Ficha Última.

Author: Luis Ortiz /



_____________________________Director Ejecutivo. S.


Sin número, expediente final del registro.

Hora oficial. 03:18pm

Se informa del asunto al jefe inmediato.

Dado que por motivos fuera de su alcance el usuario ha cesado los registros continuos el espacio permanecerá como un altar, sin resguardo alguno y a la intemperie de lo conocido como red virtual o interna. El mismo ha descrito una incorporación de su personalidad a una fuerza descrita como Zweifel, dentro de la cual añade ciertas anormalidades que se encuentran bajo su control. Sin embargo, testigos afirman que en ciertos eventos la fuerza anteriormente mencionada otorga algunas cualidades a quienes le presencian, así también se percibe que encontrándose el usuario en relación directa con "Zweifel", el mismo parece desarrollar habilidades distintas no antes realizadas así como poseer ciertos privilegios fuera de lo común.
En resumen, se exhorta a liberar al usuario sin restricciones, y permitir la unidad en sus acciones. Se recomienda sin embargo mantener la vigilancia para rastrear su evolución.

Saludos Cordiales.


Julien Aguilar.
Director General de Operaciones

Estudiar.

Author: Luis Ortiz /

Me he cansado de leer, esto de repasar una linea tras otra -se dice Esthela mientras se frota los ojos suavemente-, aprender de memoria algo inconcebible no tiene sentido alguno para mi, se me cansa la mirada y mis ojos empiezan a arder, con una picazón horrible -se rasca, se rasca, se rasca-, esa picazón atras de la bola de agua es inexplicable, desearía que alguien me los reventara o que pusieran un pequeño pez dentro de el para que pudiera alimentarse de las bacterias y nadar dentro de mi ojo -se rasguña los párpados-, así albergaría una vida dentro, una vida agradable que me daría motivo a ver en otra dirección. Pero eso no va a suceder, esas cosas no suceden en la vida real -se dice miéntras se pone de pie-, una tiene que arreglarselas para vivir con lo que tiene, y con lo que le sucede, no hay de otra forma. Que más puede hacer una sino resignarse a lo que le rodea, a mendigar atención y, el cariño suculento que le proveen las convenciones sociales, así como el calor de un trozo de carne ocasional -se toca sus senos firmes-, aunque no estoy del todo mal. A decir verdad soy una chica deseable, que bien podría relatar tantas historias o crearse las propias, motivación no me falta; me falta realidad. Esa realidad que nos rodea y, en varias ocasiones nos permite crear, escribir, leer y aprender. Pero esto de leer, estudiar para una prueba es complicado, y me hace recordar que estoy sola -se cruza de brazos-. La vida no vale nada, y no entiendo lo que tengo frente a mis ojos, no me sirve saber el color de una bebida boba, que endulza mis ideas y agracia mi estilo, es tan solo un recipiente que me hace sentir que algo es interesante. Pero ¡Ay de mis ojos! De ellos y su sensibilidad, como arden cuando se dan cuenta de mi falta de entendimiento -se entierra las uñas despacio, poco a poquito-, con ganas de sacarlos a presión de sus hoyitos. Pero no perderé más el tiempo, no señor. ¡No más! Nada de aligerar el tiempo, ni de ilusionarme en tonterías, mejor tratar de entender Esthela, mejor así. Parpadear un poco, descansar un tanto otro, un tanto poquito, continuar y estudiar. Nadie ha muerto por comprender las lecturas del ocultismo -se toca la piel del rostro, se pellizca las manos, se toca más y pellizca fuerte los párpados-, pero no desistiré. Un té de hierbas, leer y tratar de comprender un poco más resultará. Claro.

El hombre al que le creció demasiada piel.

Author: Luis Ortiz /


01:21am.
Me duele el gordo del pie izquierdo. Susy no deja de hablar mientras está dormida, es martes, y contando el domingo como inicio de semana lleva tres días haciendo lo mismo, murmura mientras sueña. Siempre he tenido el sueño muy pesado, pero por alguna razón estas últimas dos semanas ha sido muy ligero y estos tres días no he podido conciliar para nada el sueño, a lo mucho he dormido un par de horas, pero solo hasta hoy me duele el gordo, pero no es un dolor común, es un dolor que viene en “combo” con desveladas, mareos, dolor en los ojos y una sensación interna de ronroneo. Como hijo de un médico especialista aprendí que para síntomas extraños y fuera de lo común uno debe llevar un registro de los sucesos. Bueno, todo me parece fuera de lo común, a excepción del ronroneo, que surgió al tiempo mismo, a raíz de un momento gracioso. Susy y yo regresábamos de un viaje, el cual hicimos a una playa cercana que se encuentra a cuatro horas, decidimos ir porque ella pidió un tiempo de descanso en el trabajo, nos quedamos tres o cuatro días, en el cual la pasamos muy bien, pero el premio a la situación espontanea fue cuando en el regreso veníamos en un transporte nocturno, y en la oscuridad tuvimos intimidad, hacerlo con ella siempre es fantástico, pero esta vez en el momento de mi clímax ella murmuro en mi oído: “¡Apunten, disparen, fuego!”. Al llegar a nuestra casa desde esa madrugada tuve problemas para dormir, sobretodo porque ahí comenzó dentro de mi cuerpo el ronroneo.

02:58am. En la radio se ha escuchado una noticia que me ha hecho olvidar por un instante el dolor del gordo. El locutor ha dicho: Un hombre peligroso, al parecer de aspecto caucásico ha escapado de un sanatorio, la policía cree que el presunto criminal sea el famoso verdugo como le han apodado los medios, que hace algunas semanas cometió diversos homicidios en la ciudad. Se cree que éste ha escapado gracias a la deficiencia del cuerpo de seguridad y a un presunto detective que se encontraba trabajando en su caso. Les recomendamos a los radioescuchas que aseguren puertas y ventanas y se mantengan al tanto de futuras noticias, sugerimos así a la comunidad reporte cualquier anormalidad.

03:45am. En los alrededores se percibe una quietud y a lo lejos algunas patrullas. Susy ha dejado de murmurar, dejo de hacerlo después de repetir de forma constante: ¡dos dos!, un par de veces y luego un sonido que parecía gruñido, y a la vez una respiración ahogada, sus últimas palabras antes de dormir en la quietud fue: Adrián, te amo, girar y cortar. Cuando ella dijo eso un escalofrío subió de lo bajo de mi espalda hasta la parte alta de mi cuello. Mi pierna izquierda dolía igual que el gordo y en mi espalda mi columna sudaba como ojo de agua. He puesto una toalla bajo mi espalda, y una comezón que empieza justo arriba de la ceja me ha empezado a incomodar, porque produce un dolor leve y me da la sensación de miles de bichos caminando dentro de mi cabeza.

04:10am. He dormitado, al despertar me he encontrado con mi pierna más gruesa de lo normal, oscurecida con un color similar entre el café y el verde oscuro, mientras esto era recién descubierto por mí, un ruido parecido al de los grillos se escuchaba cada vez más cerca.

04:35am. Me he despertado de no muy grata manera y he despertado por cuatro sonidos de la casa de junto, cuatro detonaciones ensordecedoras, han sido balazos en la casa argentina, en menos de dos minutos he cerrado toda la casa. Me temo haya sido un homicidio múltiple o un asalto frustrado, no me atrevo a averiguar qué ha sucedido, a final de cuentas tenían una semana de haberse instalado aquí junto.

04:40am. ¿Policía? Si, dígame. Quiero denunciar un homicidio en casa de mi vecino. Está bien, trate de mantener la calma estamos rastreando la llamada, le haré tres preguntas, conteste de forma breve. ¿Se encuentra usted a salvo y seguro, en un lugar resguardado? Sí, yo y mi familia. ¿Sabe usted que ha sucedido exactamente? No, solo he escuchado cuatro disparos de arma de fuego en casa de los vecinos argentinos, eran una familia de cuatro seguro los asesinaron. ¿Cuenta usted con alguna forma de defender a su familia? Yo, este... sí, creo tener una forma de defensa. Bueno señor, ¿me podría decir su nombre? Adrián Márquez. Bueno señor Márquez, una unidad va en camino, tenga calma y tome sus precauciones. Se escucha una quinta detonación. Señorita, ¿escucho usted eso? Si, un disparo, ¿se encuentra usted bien? Si. Bien señor Márquez le pediré que no cuelgue el teléfono. Lo que usted diga señorita no colgaré pero lo dejaré en la mesa de al lado de mi cama.

05:00am. Me han despertado de nuevo, y esta vez fue el acelerar de un coche a toda velocidad en casa de los argentinos, no hay luz en las calles y aquí dentro solo nos ilumina una lámpara a 1/8 de su potencia. Ilumina lo suficiente para darme cuenta que el dolor se ha disipado, y en lugar de eso una especie de crisálida recubre enteramente mi pierna izquierda y la mitad de mi torso, aparte que tengo poca sensación en mi espalda, como si estuviera más dura y menos sensible. Escucho ruidos afuera de la casa, la policía aún no ha llegado, y si debiera de hacer algo, habría de usar el viejo revólver que se encuentra en la mesita de junto…

05:40am. No logro ver bien, no me puedo mover he quedado paralizado y justo ahora escuche un grito de terror de Susy viniendo de la cocina…

Buenos días radio escuchas son las 07:00am., esperamos hayan descansado, a su vez sentimos informarles dos hechos terribles. La familia Reboles fue encontrada muerta esta mañana por la policía en la sala de su casa. Los cuerpos de los cuatro integrantes de la familia fueron encontrados en una posición totalmente recta, cada uno en relación con otro en un ángulo perfecto de 90º, haciendo un cuadro perfecto entre los integrantes, quedando al centro dos pequeños recipientes. Uno conteniendo sal y, el otro pimienta. Junto a estos recipientes un arma de fuego calibre .45 clásico, encontrándose en su cartucho 4 balas restantes, lo que deja a numerosas dudas así como especulaciones a los detectives y policías encargados del caso; siendo el otro hecho lamentable y muy extraño quizás para la audiencia que sus vecinos, los Márquez hayan perecido. La policía encontró que la casa de los Márquez estaba totalmente cerrada y sin acceso, teniendo que forzar su entrada solo para tropezar horrorizados ante una cruel escena, en la cocina se encontraba la mascota de la familia con un disparo de lo que podría indicar una detonación de escopeta a corta distancia, causando un daño severo al destrozar en su totalidad su cabeza, sin encontrarse rastro alguno de la misma o sangre alrededor del canino. A su vez, hallaron en la recamara una sádica escena, la esposa Susana Márquez desnuda colgando de sus pies, en ganchos para carne, sobre el centro de la cama sin la piel entera de sus brazos y con una mueca de alegría salida de una película de terror. El Sr. Adrián Márquez acostado bocabajo inerte, presa de una enfermedad cutánea que hacía ver su cuerpo entero como una cigarra en proceso de maduración. Lo espeluznante de la escena es que la sangre de la Sra. Márquez goteaba lentamente sobre su esposo y nuestros valerosos policías no comprendían la escena; sin embargo, lograron escuchar unos quejidos muy leves a lo que procedieron a girar el cuerpo del Sr. Márquez quedando atónitos ante el hecho. Ana, la hija de 4 meses de la pareja se encontraba bajo el Sr. Márquez sin herida alguna, totalmente intacta y sin una gota de sangre. Esto fue algo sorprendente dado que el Sr. Márquez presentaba un hueco enorme en su tórax, donde la niña se encontraba alojada de forma cálida y en total calma. La policía aun no tiene indicios sobre lo que pudo haber sucedido, y se guarda toda la información para averiguaciones posteriores; sin embargo recuerdan a la población extremar precauciones.