Hastío, eso es lo que ven mis ojos. Ojos que se dirigen hacia el centro de mi cuerpo. Que estan vendados y aún asi ven la inmundicia. Solo un torpe reflejo, un hastío. Hastío de observar conglomeraciones, de escuchar rumores, de limitaciones y sus intentos de sobrepasarse. He conocido muchos cuerpos descompuestos, ataviados en pensamientos, en ropajes, y muchos intentando ser cuerpos vendandose de palabrerías, de novedades y constelaciones. Todos los cuerpos son lo mismo hasta que albergan un cuerpo distinto. ¿Qué hacer con un cuerpo podrido albergando un gusano que carcome la carne?. Hay que guiarse, pervertirse, deslavarse y abandonarse en la locura; si. Personas vendandose con lenguajes muertos, construyendo fortalezas llamadas deseos y esperanzas, no hay nada de nuevo en eso. No existen los ciudadanos del mundo.
No puedo andar fingiendo que no es repetible. es un proceso continuo e indetenible. Y aquí están todos, probando una vez mas su inútilidad. Creyendo mil fanfarrias para realizar todos sus fines, armados con colores inexistentes envueltos en fantasmas. Se revuelve mi estomago, se revuelve en giros infinitos de atrás hacia adelante, de adelante hacia atras, para un solo lado, y después del lado contrario, revolviendose sobre sí, revolviendose sobre todo. Insisto siguen sin desarrollarse los nenes, todos son contrarios a los indicados que dicen ser y, eso empieza por ser un fastidio.
Algo no cuadra bien en la pared, algo no cuadra bien. Suda como siempre, gotas de rocío matutino, pero algo no cuadra bien. Hay un objeto trascendente y, no, insisto, no cuadra bien. Algo hay en ese objeto que se transforma en la pared, lo intento mover pero no se si muevo un afiche. Pero basta, sigue tan inmune como siempre existió desde el principio de los tiempos.
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