lo intitulable.

Author: Luis Ortiz /

Asi son todos, uno no puede evitarlos pues crecen y se educan para ser así, de esa manera los soporta uno, otros como yo, tal vez lo soportan de manera distinta.

Con una polilla a medio crecer dentro de mi pecho vivo, ahogando los suspiros del alma con miles de gritos que hagan eco en diversas dimensiones a traves de los eones, una vida decadente llena de pensamientos aberrantes eso es lo que es la polilla de la humanidad recorriendo de manera estúpida los cuerpos que se mantienen en movimiento constante provoca, pasa por el área de los genitales de manera excitante y retorna a las axilas de un ser hediondo para provocar un sonido hilarante. A final de cuentas es pan con lo mismo, todo mundo tiene una polilla, mariposa, gusano, algún ser que le provoca tantas cosas, un ser al cual culpar.
De manera sucia y desviada el creador se revuelca incansantemente por la manera en que sus hijos buscan destituirle, al final destituido terminará en el exilio de los tiempos donde la existencia es meramente circunstancial, eso es un golpe bajo para el vigilante eterno que busca nuestra felicidad y aún así, es delicioso pensar que algunos actos humanos es tan dirigidos como los míos a nivel del alma, de manera en que el perderlo todo es la mayor ganancia, que el creador se ahogue en el primer instante en que conozca el sentimiento contrario al amor puro, que retumbe en su centro más profundo. Que el acto mas destituyente para el no sea que yo ofrezca mi alma al lucero más hermoso de todos los tiempos, aquel que movio a un parpadeo los ojos del creador, no ni en broma será así.
La delicia máss efímera, más insulsa será la que me provóque el cese de mis funciones espirituales, motoras y mentales, en un acto canónico diseñado a través de mil vidas revueltas entre el pecado y la gloria se dibuja los lugares estipulados para el creador y su rival, elequilibrio de un todo en sí se disputará por la pobre capacidad de un alma para elegir vía libre albedrío algo que su corazón no comprende. En ese momento la polilla dirigida desde el centro de el pecho saldrá aleteando polvo de estrellas, parpadeando con una luz incandescente en su aleteo, jalando todas las arterias del cuerpo en su baile interminable, que seduce a ambos séres en un soslayo que pareciera durar todo el tiempo existente el cual dura apenas unos instantes y, la mano de ese ser se moverá súbitamente, su cuerpo empezará a moverse érroneamente sobre sí mismo de manera repetitiva, sus brazos los únicos miembros firmes se estirarán hacía la polilla, la tomará en sus manos y le dará el primer y último beso de amor que se le ha dado al alma por un ser humano, un humano que con el amor que se permite roza con sus labios de manera suave y gentil con ese beso de despedida, la polilla revolotea un poco en sus manos felíz de saberse elegida como la voluntad y el deseo mismo encarnado.
El ser suspira, mira a ambas figuras colosales frente a el intentando detener por instantes el tiempo mismo para poder escuchar claramente la decisión del ser humano que es el centro de todo su elección, dar su alma al eterno y disfrutar el y la humanidad misma del paraíso ó elegir al lucero más bello digno de la traición, sucumbiendo así a la existencia a un mar de maldad, oscuridad y terror. El humano deja que su alma vuele y deja caer sus brazos, que el alma misma elija su camino, el alma empieza a volar excitadamente hacía arriba entre los dos colosos arrastrando el cuerpo cuando se encuentra a centímetros de ellos, en un punto específico entre los dos donde cualquier respiración puede mover a la polilla entre ellos y determinar el curso de la existencia misma, el humano convulsiona ríe a carcajadas, ríe de felicidad, ríe porque el lucero se excita, ríe porque el creador siente amor, ríe porque la polilla vuela, ríe porque no concebía que su alma tuviera forma de polilla y mucho menos que saliera de su pecho y darle la muestra más grande de amor.
El ser humano ríe hasta que la sangre le escurre de su boca, ríe de manera desquiciada mientras convulsiona, se detiene un segundo todo, se detiene su cuerpo, su risa, su respiración mientras sus ojos miran a los colosos, sus brazos se elevan en un momento miéntras ríe de nuevo, moviendo sus palmas a una velocidad impresionante que solo el detener el tiempo podría darle semejante poder, aplastando con sus palmas a la polilla sin dejar rastro alguno de ella. Lo que sucede después es incontable ahora, sería una delicia, sería una delicia ser ese humano.

2 comentarios:

elizabeth dijo...

Me gustó muchisimo tu escrito, muy lindo, ademas ayuda la cancion que escucho que creo esta muy ad hoc por la tonada, se llama "Down" de Dave Gahan.

Ahora recuerdo las polillas en tus fotos editadas.

Persefone dijo...

si tan solo un ser humano pudiera tener tal poder, el albedrío de decidir abandonar su alma, pero somos tan apegados a esa inolora, incolora e imperceptible sustancia que el solo hecho de pensarlo nos aterra y fascina a la vez, antojandose tan delicioso que el tan solo de recrear esa utopía en nuestra mente es una delicia pura de abandono y libertad total, donde las polillas son el medio cual caronte nos lleva al mundo de nuestra destrucción.